NOVELAS DE CABALLERÍA: EL QUIJOTE
Las novelas de caballerías tuvieron su auge en España durante el siglo XVI y fueron leídas con avidez. Se cuenta que el propio emperador Carlos V, Santa Teresa y San Ignacio de Loyola, en su juventud, se entusiasmaron con esa literatura de imaginación.
Amadís de Gaula , publicado en 1504, es el más original, importante y famoso de los libros de caballerías españoles, género que se cierra con Don Quijote , una burla ingeniosa e implacable. Se supone, sin embargo, que desde el siglo XIV ya circulaban versiones de estos relatos. En las novelas caballerescas sobreviven los temas y actitudes de la Edad Media: la defensa del honor, la idealización de la mujer, el ejercicio individual de la justicia. El héroe caballeresco es un paladín (caballero que luchaba en la guerra y sobresalía por sus hazañas; persona que defiende frente a otros una idea, una actitud,) que sale en busca de aventuras, y dispuesto a sostener con las armas, y contra cualquier tipo de enemigos, los principios por los que lucha. El ámbito en el que se mueve el caballero es fantástico; sus hazañas so extraordinarias, sobrenaturales: vence a gigantes y a seres monstruosos; castillos, ínsulas, encantamientos, y hechos sobrehumanos aparecen constantemente en el mundo novelesco de los caballeros andantes; su vida es una cadena interminable de hazañas.
Se idealiza así la acción por la acción misma, aunque se exalta el sentimiento cristiano, el honor, el amor espiritual y la devoción hacia la mujer. Siempre intervienen en la vida del caballero, acompañándolo, alentándolo o protegiéndolo, el fiel escudero, la dama de quien está enamorado y el genio o hada protectora. La literatura caballeresca establece claramente una escala de valores: arrojo, belleza y lealtad son las virtudes supremas del héroe, quien no retrocede ante nada ni ante nadie, confiado en su destreza para manejar las armas y en la protección que le brindan los magos y encantadores.
Las aventuras concluyen siempre con el triunfo del paladín, que encarna a la justicia. El mundo de la literatura caballeresca encierra personajes nobles: reyes, príncipes, damas y doncellas. Las tierras que recorre el protagonista son fantásticas. Los reinos e ínsulas, difíciles de localizar en el mundo europeo, representan un mundo idealizado y maravilloso.
Este tipo de novela, en la que la acción tiene más importancia que la psicología y en que los personajes son una especie de paradigmas de virtudes heroicas y sentimentales, tiene sus orígenes en la literatura francesa del siglo XII.
EL QUIJOTE DE LA MANCHA
Las aventuras que aparecen en el Quijote se pueden clasificar en tres tipos: aventuras andantes o caballerescas, aventuras de villanos y aventuras fingidas.
I.- Aventuras andantes o caballerescas:
Las aventuras andantes son producto del azar y surgen cuando don Quijote va de camino. En ellas, el caballero, víctima de su locura, interpreta equivocadamente la realidad.
Estructura
- presencia de un estímulo externo (luces, molino)
- asimilación de la realidad objetiva y de la realidad caballeresca (imagina que eso ha ocurrido en un libro) - narrador lo describe
- descripción de la realidad subjetiva (molino-gigante) - don Quijote habla
- advertencias de Sancho Panza
- reto o desafío de Don Quijote
- cólera de don Quijote (la actitud de los antagonistas le enfada)
- invocación a Dulcinea
- obligación de presentarse el vencido ante Dulcinea del Toboso
- intervención de los encantadores (cuando es derrotado)
Función de las aventuras andantes:
De los puntos descritos los cuatro primeros sirven esencialmente para caracterizar, aunque de forma superficial, al caballero y su escudero. Los cinco restantes tienen la función de parodiar los libros de caballerías.
Dos aspectos fundamentales de este tipo de aventuras son el punto dos - la falsa interpretación de la realidad - y el punto 5 - el reto o desafío que pone de manifiesto que la iniciativa de la batalla corresponde a Don Quijote.
II.- Aventuras de villanos:
En estos episodios don Quijote y Sancho se ven envueltos en peleas sin que haya un desafío previo. Son también los episodios en que suelen salir apaleados. Pueden ser provocadas, a veces enfrentamientos multitudinarios. Este tipo de "molimientos" se basa en la negación del modelo de la aventura caballeresca, porque ni luchan con armas - sólo hay puños y golpes -, ni intervienen caballeros, sino villanos. Cervantes se sirve de este tipo de aventuras para parodiar de forma cómica los libros de caballerías.
Ejemplos: Yangüeses, Maritornes, el manteamiento de Sancho
III.- Aventuras fingidas:
Las aventuras fingidas representan la inversión de las aventuras andantes. Son situaciones causadas (preparadas por otros personajes). La realidad externa es deformada por terceros para adecuarla a la realidad caballeresca de Don Quijote.
Estructura:
- Terceros personajes fingen aventuras con ánimo de ayudar a don Quijote / Terceros personajes quieren divertirse a su costa
- El fingimiento se apoya:
- en una apelación a la fama de don Quijote
- en un desafío formulado por una personaje que actúa bajo falsa personalidad
- se le pide al caballero que actúe / ayude
- se altera la escena de la realidad
- Don Quijote finalmente acepta la apariencia de la realidad del fingimiento y actúa en consecuencia
En este tipo de aventuras los que fingen quedan en ridículo y no los personajes.
Ejemplos: La aventura de Micomicona, El enjaulamiento de Don Quijote, El Caballero del Bosque / de los Espejos, El Caballero de la Blanca Luna